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Entendemos por negociación al proceso mediante el cual partes en conflicto se encuentran para mostrar sus posiciones y a la vez para escucharse, con la finalidad de obtener algún resultado que por sí solos no pueden conseguir, sin poner en riesgo la imagen que se tiene, valores fundamentales o por petición expresa de un ente mediador que sugiere o convida a seguir el camino de la negociación.

Vamos a ver en detalle esta definición:

1. En primer lugar podemos ver que se trata de un proceso, implica que pueden seguirse una serie de pasos o etapas, estrategias específicas.
2. Hay un encuentro entre partes en conflicto, lo que implica que se presenta al menos una ocasión para la negociación, para mostrar las propias posiciones y escuchar la contraparte. Para que tenga lugar este encuentro las partes en conflicto deben verse como interlocutores válidos, reconocerse mutuamente. En este encuentro se requiere una disposición mínima al entendimiento.
3. Existe la expectativa implícita o explícita de obtener determinados resultados. Es posible que siguiendo determinada estrategia se prefiera no mostrar de entrada todas las cartas, lo que realmente se quiere conseguir, y que se presenten peticiones que preparen el camino para otras. Las partes en conflicto pueden no tener claro lo que quieren conseguir más allá de una idea general, en cuyo caso durante el proceso de negociación van precisando los resultados esperados. Estos resultados pueden ser más o menos apetecibles, quiero decir, deseados; distintos niveles de implicación personal e importancia, según la cual se orientará la postura particular asumida ante la otra parte (mantenerse negociando, cuánto se está dispuesto a ceder, etc.).
4. La negociación es solo un camino para atender a los conflictos entre las partes, es posible que se procure imponer las propias posiciones, sobre todo cuando se cree que se tienen mayores fuerzas o poder frente a la otra parte. La retirada es otro manejo alternativo ante los conflictos, más aún en aquellos casos de menor implicación personal o de menor importancia. A la negociación puede llegarse desde distintas vías, incluso luego de caminos violentos (caso de las guerras entre naciones, guerras civiles), también por  igual disposición entre las partes o por petición expresa de un ente mediador valido para cada una de las partes en conflicto (juez, mediador, arbitro) y ante el cual se comprometen a iniciar el proceso, encontrarse (expresarse y escuchar) y asumir los acuerdos alcanzados respecto a los resultados.

Los conflictos resultan inevitables en todos los vínculos humanos, sean estos superficiales o profundos. La utilización de la negociación como forma de dirimir situaciones conflictivas favorece la resolución no violenta o impuesta, y resulta fundamental para la convivencia entre las personas en cada esfera de desenvolvimiento (familia, pareja, amistad, trabajo, etc.).

El mutuo reconocimiento es pilar dentro de procesos de negociación, permite que cada parte sea reconocida y validada como importante para conseguir el entendimiento. Por el contrario, las formas violentas de atender los conflictos implican la negación del otro como un interlocutor válido, incluso podría implicar la anulación de su calidad de ser humano, de allí que se cometan actos atroces hacia otros con la intención de obtener resultados deseados (torturas, privación de libertad, acoso, hostigamiento, etc.).